Cada vez más personas intentan vender su casa por su cuenta creyendo que así se ahorrarán la comisión de una agencia. Y es cierto que puedes evitar ese coste, pero lo que pocos cuentan es el precio que se paga en forma de estrés, errores y pérdidas económicas. Porque vender una vivienda no es solo subir un anuncio: es gestionar visitas, filtrar compradores, preparar documentos y negociar sin perder valor.
El desconocimiento legal y fiscal puede pasarte factura. ¿Sabías que cualquier error en los contratos o en la documentación puede retrasar o incluso anular la venta? Muchos particulares no tienen en cuenta detalles como el certificado energético, la nota simple actualizada o la cancelación registral de la hipoteca. Esto genera problemas de última hora que afectan al cierre.
Además, los compradores suelen aprovecharse de vendedores sin experiencia. Negocian a la baja, meten presión, o hacen ofertas condicionadas a financiaciones dudosas. Un profesional actúa como barrera de protección y como mediador para que no cedas más de la cuenta por miedo o desconocimiento.
También hay que considerar el tiempo invertido: hacer fotos, contestar mensajes, cuadrar visitas, atender llamadas a cualquier hora. Si estás trabajando o no vives cerca del inmueble, esto puede volverse agotador. Y si no atiendes rápido, pierdes oportunidades.
Por eso en Power Piso creemos que la clave no es evitar pagar, sino pagar lo justo a quien realmente te aporta valor. Nuestro modelo de honorarios bajos con servicio integral te permite delegar sin renunciar a tus beneficios.